El consumo de productos lácteos es elevado en la población en general. Millones de personas incluyen leche y sus derivados dentro de su dieta diaria. Siendo alimentos que pueden sufrir de una degradación rápida, es importante que cuenten con una adecuada preservación. Desde que salen de la empresa que los produce hasta su venta en refrigeradores, es necesario conservar la cadena de frío. Contar con un sistema de refrigeración para productos lácticos hará que se mantengan en excelentes condiciones por más tiempo.
Importancia de la conservación de los productos lácteos
La industrialización de los alimentos, aunada a las diferentes regiones productoras de productos lácticos, ha contribuido a su variedad y diversidad. Desde hace milenios, incluso, utilizamos leche no solo de vaca, sino de oveja, de cabra o de búfala. Se produce queso de diferentes tipos y grados de maduración, yogur, y muchos otros productos más. Cada uno tiene diferentes condiciones de preservación debido a su densidad, pH, tipos de bacterias involucradas, etc.
Esto hace que existan diferentes tipos de sistemas de refrigeración dados los requerimientos particulares de cada alimento láctico. De esta forma se garantiza no solo su conservación, sino que mantengan sus propiedades y que no generen bacterias dañinas. Contar con un adecuado refrigerador industrial a la temperatura y humedad adecuadas, hará que no haya mermas. Y por supuesto, que se garantice la calidad y frescura del producto, y sin que afecte la salud del consumidor final.
Sistemas de refrigeración industrial para la conservación de lácticos
Es cierto que depende de qué tan elaborado esté el producto láctico para tener una idea de cuánto tiempo durará en buenas condiciones. En algunos casos es un producto tan lábil que solo dura 72 horas, pero en otros duran incluso un mes, como ocurre con ciertos quesos. El tipo de bacterias utilizadas para su producción -si aplica-, así como los conservantes y sistemas de conservación -pasteurización, por ejemplo-, cuentan.
Los productos lácticos se componen de grasas -en menor o mayor medida-, azúcares, proteínas, sales, etc. Pero estas cantidades varían dependiendo del producto, de qué tan procesado está y de su grado de maduración. En la refrigeración industrial las temperaturas varían entre 0 y 8 °C, para mantener en buenas condiciones los alimentos procesados. Hay incluso productos lácticos que requieren de congelación, lo cual alarga más su vida útil porque detiene el crecimiento de algunos microorganismos dañinos. Todo depende de las condiciones solicitadas por el cliente.
AIRE PYH: sistemas de refrigeración industrial para lácteos
En AIRE PYH nos especializamos en todo lo relacionado a la refrigeración industrial, ventilación industrial y climatización. En el caso de los productos lácticos, te ofrecemos diferentes equipos de frío para su conservación, según tus requerimientos. Asimismo te ofrecemos un completo asesoramiento, así como soporte técnico, mantenimiento y todo lo que necesites. Ya se trate de vitrinas expositoras, refrigeradores, cámaras de frío o sistemas para maduración de quesos.
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