La conservación de productos ha sido una de las preocupaciones de la humanidad a lo largo de su historia. Desde siempre han existido diversas formas de conservación, desde el uso de sal y azúcar en salmueras y conservas, hasta el más usado y efectivo en nuestros días: las bajas temperaturas. La temperatura se ha convertido en el factor clave para la conservación no solo de alimentos, sino de diversos productos y sustancias. Desde que se descubrió la existencia de los microorganismos y de que la temperatura baja ralentiza su reproducción, se creó la refrigeración como una necesidad básica de nuestra civilización. Cada vez más empresas de diferentes sectores requieren de cámaras frigoríficas, cuartos fríos y similares para conservar sus productos, que no solo tienen que ver con alimentos, también con los medicamentos, como veremos a continuación.
Refrigeración para productos farmacéuticos
En el caso del sector farmacéutico los productos que gestiona son termolábiles, esto es, que son sumamente sensibles al calor, incluso a la temperatura ambiente. Por lo general este tipo de productos deben conservarse a una temperatura entre 2 y 8 °C. Muchos medicamentos de uso común como vacunas, antibióticos, insulinas, etc., requieren de temperaturas bajas.
Desde que son producidos en un laboratorio hasta que son transportados a farmacias, hospitales y consultorios médicos, debe garantizarse su integridad y eficacia. La cadena de frío debe de conservarse en todo momento, cuidando también la humedad ambiental, que no estén expuestos a la luz, etc. De lo contrario la eficacia va a disminuir, sus elementos pueden degradarse e incluso volverse tóxicos. Estos productos requieren de un cuarto frío para su conservación óptima.
¿Por qué utilizar un cuarto frío para la conservación de medicamentos?
Sin duda es un espacio adecuado para conservar de manera práctica, personalizada y bien gestionada todo un lote de medicamentos. Es una habitación de determinadas medidas establecidas por la empresa que lo fabrica o por el cliente, donde pueden almacenarse en anaqueles y cajones adecuados diversos tipos de medicamentos.
Un cuarto frío o cámara frigorífica consiste en una estructura que consta de paneles que aíslan del calor y que mediante una ráfaga de aire frío a determinada temperatura va a encargarse de disminuirla al nivel deseado.
Especificaciones de un cuarto frío para medicamentos
Aunque dependerá de cada proyecto o necesidad del cliente, la temperatura puede oscilar entre los 0 y los 15 °C, en el caso de refrigeración, y si se trata de congelación, de 0 a -30 °C. Si es temperatura de confort, será entre 21 y 27 °C. El espesor de los muros variará en función de la temperatura requerida, siendo el grosor mínimo que debe tener su largo entre 90. Habrá un hueco de aproximadamente 50 cm en los plafones, para el mantenimiento y para poder contar con un estudio de temperatura máxima externa y la humedad relativa.
Otras necesidades a considerar tienen que ver con el tipo de aislamiento (espuma rígida, por lo general), el espesor del aislamiento, la barrera de vapor (membrana impermeable al vapor de agua que evita que pase al interior del aislamiento), los requisitos térmicos, la cámara de aire (cubierta que protege a los paneles), y por supuesto, el sellado.
Dónde adquirir un cuarto frío para el sector farmacéutico
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