¿Sabías que alrededor del 30% de la producción agrícola de frutas y sus derivados se pierde en a nivel mundial? Entre otros factores, esto se debe a la ausencia de cámaras de refrigeración, en este caso, para frutas. La merma ocurre por la falta de una infraestructura adecuada de frío industrial que permita su preservación y conservación. Debe tenerse en cuenta que cada fruta necesita ciertas condiciones para mantener su aspecto y calidad nutricional por mucho tiempo.
Por fortuna, la agroindustria actual ha logrado un desarrollo sustancial con el diseño de cámaras de refrigeración para frutas. De esta forma se logra su conservación desde el momento de su cosecha, hasta su procesamiento, transporte y comercialización. En cada una de estas etapas estos equipos de frío se convierten en herramientas esenciales de la industria alimentaria. Permiten así que todas las frutas lleguen en óptimo estado hasta la última etapa, que es la del consumidor.
Cómo se conserva la fruta en las cámaras de frío especializadas
Mediante el frío industrial se puede conservar la calidad de las frutas y los alimentos por períodos más largos. Como mencionamos, el almacenaje es común en las cámaras de frío para frutas en todas sus etapas. Cada fruta es diferente, ya que requieren de condiciones particulares de temperatura y humedad que permitan retrasar su madurez. Y al igual que los vegetales, poseen un proceso metabólico de respiración requiere de purificadores de dióxido de carbono y de oxígeno.
Asimismo, la refrigeración industrial de frutas debe permitir que su metabolismo se mantenga activo. Para lograrlo, no son necesarias temperaturas inferiores a 0 °C, como se hace con otros alimentos. Esto debido a que se puede dañar de manera inmediata la piel de las frutas, dándoles un aspecto desagradable al consumidor. Por otra parte, el manejo de la humedad relativa elevada permite reducir las pérdidas de agua en frutas y hortalizas.
Tipos de cámaras de refrigeración para frutas
Según el tipo de fruta a almacenar, procesar o comercializar, se debe contar con diferentes tipos de cámaras de refrigeración. Estas pueden ser climatéricas y no climatéricas. En las climatéricas, la fruta sigue madurando aun después de ser cosechada. Con las no climatéricas, detienen su proceso de maduración y el consumo debe realizarse posterior a su recolección. Este proceso define la condición de conservación que necesita cada fruta en el momento de almacenarla.
Las cámaras de frío para vegetales regularizan el metabolismo respiratorio de las frutas. Lo hacen a través de purificadores del aire interno de elementos como el dióxido de carbono. Al mismo tiempo, inhiben el ataque de microorganismos y bacterias. En todos los casos se necesita el control de factores como temperatura y humedad interna. Pero también se requiere de la ventilación necesaria para lograr la renovación del aire interno. Muchas frutas y verduras pasan por un proceso de secado para eliminar el exceso de humedad que pudiera acelerar la putrefacción.
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