La industria alimentaria es esencial para la existencia humana. Es por eso que la conservación de los alimentos ha pasado de lo individual a lo industrial. Millones de productos alimenticios se conservan en refrigeración para ralentizar lo más posible, su degradación. Uno de esos alimentos son los productos cárnicos, desde res y cerdo, hasta pescado y aves. Contar con una nevera industrial es esencial para carnicerías y así ofrecer un producto fresco, nutritivo y bien conservado a los clientes.
Máquinas de conservación para carne y cadena de frío
La cadena de frío es el factor clave para que un producto cárnico no solo dure por más tiempo, sino que conserve sus propiedades. La temperatura debe de conservarse desde que el producto sale del punto inicial hasta su punto de venta final. De nada servirá que la cadena de frío sea óptima, si no cuentas con una nevera industrial adecuada para carnes. Solo así garantizarás no solo el aspecto, sino la textura, el sabor, las propiedades nutritivas y la salubridad.
Cuando esto no se cumple, la degradación es inminente, ya que los microorganismos proliferarán y no será apta para consumo. La temperatura de conservación será diferente a la de los vegetales, por lo que al adquirir una cámara frigorífica para carnes, es mejor que loe hagas de la mano de expertos. Las bacterias pueden duplicarse en menos de media hora en rangos de temperatura de entre 4 y 60 °C.
Ventajas de elegir una nevera industrial para carnes
- No solo preserva las carnes, sino que además almacena grandes cantidades de producto.
- Es posible elegir una nevera industrial no solo para productos empaquetados, sino para mataderos y salas de despiece.
- Al utilizar una cámara de refrigeración cualificada, se eleva la eficiencia energética y se garantiza la seguridad alimentaria.
- Contar con diferentes refrigeradores industriales para diferentes tipos de carne, evitará que se mezclen y haya oscilaciones térmicas perjudiciales.
- Gracias a las cámaras de frío industriales, los productos cárnicos se mantienen frescos incluso por 7 días. En el caso de una preservación por más tiempo (hasta 15 meses), hay que congelar la carne, pero debe evitarse la formación de cristales de hielo. Para ello los equipos de congelación lo hacen lo más rápido posible, a -30 °C y a alta velocidad del aire. De esta forma los cristales son microscópicos y evitan que al descongelar no se rompan las fibras.
- Para evitar un elevado consumo energético, actualmente existen neveras industriales que ahorran energía. Además su proceso es más eficiente y reducen así el coste y el impacto ambiental.
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